07 2005
En el día de hoy (20050727), pocas novedades. Bueno, una, que vale la pena. A parte de esta (que comentaré más tarde), Marta sigue durmiéndose en cuanto se le coge en brazos, con lo que resulta extremadamente difícil hacer que coma. Realiza tres o cuatro succiones y queda dormida. Hacerle cosquillas en el cogote no sirve para despertarla. Hacerle cosquillas en el sobaco es efectivo durante los primeros dos segundos: gimotea un poco, pero en seguida se acostumbra y deja de quejarse. Hacerle cosquillas en la planta del pie NO SIRVE ABSOLUTAMENTE DE NADA. Es inmune, como su padre.
Así que nuestras visitas en el día de hoy se han limitado prácticamente a conseguir que no se durmiera mientras tomaba el pecho. Lo máximo que hemos conseguido que tome ha sido alrededor de los 10 mililitros. Eso puede parecer mucho o poco, dependiendo de qué se hable y si no se sabe cuánto es lo necesario. No sé cuánto será lo estrictamente necesario, pero baste con saber que, en el día de hoy, cuando no toma nada, las enfermeras le enchufan por la sonda nasogástrica 60 mililitros. Así que 5–6 es una miseria para las necesidades calculadas. Me temo que se está acostumbrando a lo fácil, o sea, la sonda. Porque, sin hacer nada (sin comerlo ni beberlo, literalmente), a determinadas horas la tripa se le llena de comida, quedando ella saciada. ¿Por qué entonces va a esforzarse luego para tomar el pecho? El problema es que no se le puede hacer pasar hambre para conseguir que se esfuerce (al menos no todavía). No exagero: si un niño (de cualquier edad) se salta una comida de motu propio, la siguiente comida no se la toma tan a la ligera. Se trata de adquirir buenos hábitos.
Bueno, y una buena noticia (al menos para mi). Una buena y una mala. La buena es que ya he conseguido sacar las primerísimas fotos de Marta de mi móvil. La mala es que la calidad es bastante baja, como podéis apreciar:
La vergonzosa, que he tenido que tirar de Güinblous para sacarlas. Sí, amigos, debido a la ineptitud de los fabricantes (que no son capaces de entender el concepto número de serie o código de referencia), tengo un fantabuloso cable USB para mi móvil, que alberga en su interior un chipillo, el "famoso" Prolific PL-2303. Ahora bien, el fabricante (Prolific) sacó DOS tiradas de chipillos mutuamente incompatibles, y a AMBAS las llamó PL-2303. Así que las consecuencias son varias:
Así que, debido a la "urgencia" que tenía por sacar las fotos, he tenido que pagar el impuesto revolucionario y arrancar mi máquina con el sistema operativo de la bestia. Ya sé que hay autores que piensan que las guerras de SO son absurdas, que un SO debería ser una "commodity" como lo es el teléfono y la línea eléctrica. El problema es que, hoy por hoy, eso no es así, y unos cuantos nos negamos a pasar por la alternativa peor...
En fin, vamos a dejarlo aquí, que mañana me espera otro día muy duro. Tendréis noticias nuestras...
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