I'm afraid this is the first I've heard of a "png" flavoured Blosxom. Try dropping the "/+png" bit from the end of the URL.
El día de hoy (20050725) ha sido intenso (aunque nada grave ha sucedido).
El tema es que hoy Mónica tenía que ir ineludiblemente a la oficina del INEM, así que yo he aprovechado que hoy llegaríamos un pelín más tarde al hospital para acercarme por el registro civil y dar a conocer al mundo la existencia de Marta de una manera un poco más legal (un blog no vale para sacarse el carné, digo yo).
Primera cosa, y no debería sorprenderme, es que cuando unas oficinas oficiales tienen un cartelito que dice "Horario: de 9 a 14" es seguro que antes de las nueve y cuarto no hay ni dios. Efectiviwonder. Aunque, en su descargo, he de decir que dentro sí que había luz, sólo que la puerta no se abrió al público hasta las 0910 aproximadamente. Y yo allí desde las 0855.
En fin, una vez dentro (y habiendo pasado el arco, como en los aeropuertos, pero sin el tío con el perro) el señor del mostrador me indica que me falta:
Así que, ni corto ni perezoso, le tomé la palabra a mi madre y le hice ir al hospital a buscar el susodicho certificado, mientras yo obtenía los de empadronamiento. Dicho y hecho: media hora después ya teníamos a Marta medio empadronada. Y digo medio empadronada porque parece ser que quien tiene que firmarme el Libro de Familia no se encuentra en estos momentos, así que tengo que esperar hasta el miércoles.
Lo cual no está mal del todo, porque Mónica volvió del INEM con otro encarguito: primero tiene que conseguir la baja por maternidad mediante visita a su médico de cabecera. No vale con venir al INEM con el papelito del hospital en que has parido, ¿qué sabrán ellos?
Lo cual, por deformación personal (quien me conoce ya sabe de qué hablo) me hace maldecir una y mil veces. ¿Cómo es posible que para un simple trámite cualquier organismo que se precie de serlo haga viajar al interesado varias veces en diversas direcciones distintitas a lo largo de su población/comarca/provincia? ¿Por qué tengo yo que ir al ayuntamiento a pedir el certificado de empadronamiento, cuando es un documento perfectamente inocuo que el propio registro civil podría solicitar en mi nombre, y recibirlo, si no ya en formato electrónico legal, sí al menos por fax? Este tema daría para mucho, pero:
Así que cambio de tercio. Llegamos a Barcelona Mónica y yo a eso de las 1230, 1300, cogimos el Metro y nos plantamos en Zona Universitaria, esperando coger el JustMetro, o el Esplubús, o el Esplujust, o cualquiera de esos autobuses con nombre explosivo que nos dejara en el HSJD. Aunque la frecuencia de paso de dicho autobús era de una hora, tras más de hora y cuarto por allí no había pasado ninguno (y no, no nos habíamos equivocado de parada). Así que decidimos ir caminando. Mónica, claro está, aún tiene los tres puntos que le pusieron el día del parto, así que fuimos chino-chano, con tan buena suerte que llegamos a una parada de autobús justo cuando el JustMetro (creo) pasaba por allí. Así que sólo recorrimos a pie la mitad del camino.
Sólo pudimos aspirar a entrar en el turno de las 1500, así que aprovechamos para comer antes. Cuando entramos a cuidados intermedios, Marta estaba durmiendo (como suele hacer, véanse las fotografías que incluí ayer). La enfermera nos dijo que le cambiáramos el pañal (si se le cambiara el pañal cada vez que los padres entramos, se gastaría una media de 8 pañales diarios; Pablo, ¿qué tal un aumento de sueldo?).
Pagamos la novatada de padres primerizos. Aunque yo ya se lo había cambiado otro día, tuve suerte y no me ocurrió lo que nos ocurrió hoy: mientras intentábamos abrir el pañal limpio, habiendo retirado ya el sucio y habiendo limpiado el trasero de Marta, y estando esta con las piernas en alto, se oyó algo así como "Juanjo, ¿para qué lado van los dibuji*PRRRRRTZ*tos?" y cuando me giré vi cómo Marta nos había hecho en directo la demostración del famoso meconio de color verde, mientras con los ojos abiertos miraba fijamente hacia otro lado. Para que luego digan que los bebés no saben lo que hacen: tenía ante mí la viva imagen del disimulo (¿Cagarme, yo? ¡Pues chico, no sé de qué me hablas!)
Nos aseguraremos de que no vuelva a suceder, así los lectores que todavía queden no tendrán que volver a sufrir una descripción tan gráfica
Después de esto vino el episodio del mamoneo. Es decir, Mónica intenta darle de mamar a Marta, y Marta nos toma el pelo. Coloca la boca alrededor del pezón, comienza a cerrar los ojos lentamente...¡y se queda sobada. Da igual que la menees, le rasques la planta de los pies (les molesta muchísimo, parece ser), le acaricies la mejilla o le llames por cien mil nombres diferentes: no te hace ni caso. Y cuando menos te los esperas, abre un poquito los ojos, abre la boca y toma con fuerza, ganas y energía un buen bocado de pezón y areola... para quedarse dormida de nuevo ipso facto. Desde luego, aburrido no es.
Mónica está empezando a producir leche a mogollón. Hoy ha conseguido extraer (en el vaciado de las 2400) unos 30 ml (si no recuerdo mal), y tenemos intención de hacer el jueguecito de hacer una extracción cada tres horas, como si estuviera dando mismamente el pecho. Por eso Mónica hace una hora y cuarto que está durmiendo y yo estoy aquí contándoos todo esto. Pero sé que si no lo pongo por escrito mañana empezaré a mezclar y a perder los detalles. Y tu hijo/a sólo es pequeño/a una vez en su vida.
PS: Hoy nos hemos enterado de que la longitud de Marta es de 51 cm. Supongo que no habrá variado mucho en 4 días.